domingo, 26 de junio de 2011

El 15-M y la realidad

Desde los mediados de los ochenta, recuerdo que ya decía: ¡tantos años defendiendo el capitalismo de producción (tarta más grande para repartir entre más y mejor) para acabar odiando al capitalismo financiero que sólo produce alteraciones en la tarta en que no hay valor añadido, y encoge o desencoge segín designios de sólo asientos contables que no se sabe quién los controla!.
Sigo defendiendo el capitalismo de producción pero soy enemigo del segundo el caul es el que ha permitido que en pocas manos se maneje más del 50% del producto bruto mundial, ¿Por qué hemos tolerado tal desmán? Sólo lo atribuyo a que individualmente también hemos querido participar de esa tarta gigantesca que devino en soufflé.
Aclaro; soy un indignado antecesor sobre nuestros ‘asamblearistas’ actuales en España. Con la actualización de tal movimiento en Murcia hoy quiero hacer la reflexión que sigue: Es teoría aceptada el llamado “modelo Leontief”; entradas y salidas deben equilibrarse; su desequilibrio será positivo (bienestar) o negativo (malestar). Tan simple como eso; pero nuestros jóvenes ilustrados o no, y adultos o mayores que nos adscribimos a ese mundo de esperanza que era la democracia participativa, ya no tenemos nada que hacer. Molestamos. Hemos sido desterrados por teorías adanistas o simplemente ‘marxistoides’.
Ahora, estoy indignadamente indignado con los indignados de Murcia y otros lugares en los que se ha pervertido el espíritu inicial; ya tenemos una nueva clase: los profesionales al pairo del 15-M
¡Dios mío! o ¡Sin-dios mío!; el 15-M no ha inventado nada; movimientos como el suyo los ha habido a millares en la Historia de la Humanidad; la diferencia actual es sólo la LAXITUD de nuestras fuerzas del orden público, sometidas a no sé qué designios temporales.
La Historia, desde Arnols Tonybee, adquirió el carácter de filosofía; es lo que me enseñaron de chaval (¡y eran tiempos franquistas!) y tras mi vida he podido comprobar que no fue más que el pionero de la interpretación histórica, no determinada por los cronicones de la época en general siempre mendaces.
Copio a Tonybee de la por mi poco apreciada Wikipedia: “las civilizaciones no son sino el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, ya sean naturales o sociales. De acuerdo con esta teoría, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a un desafío no sólo tiene éxito, sino que estimula una nueva serie de desafíos; una civilización decae como resultado de su impotencia para enfrentarse a los desafíos que se le presentan. Dio gran importancia a los factores religiosos en la formulación de las respuestas a los desafíos."

¿Estamos en lo mismo?; yo me respondo decididamente: NO. Aunque el propio Tonybee “ negó el determinismo en la evolución de las civilizaciones, negando que éstas deban perecer finalmente (en abierta oposición a historiógrafos como Oswald Spengler), y defendiendo que podía esperarse que la moderna civilización occidental pudiera escapar a la norma general de decadencia de las civilizaciones."

Los últimos acontecimientos españoles, unidos a los griegos y la sin par sociedad consumista de lo qué sea actual, sin relación alguna con el causa/beneficio, o el más simple y viejísimo concepto de “la utilidad marginal•, nos ha abocado a un desastre con muchos precedentes. El más conocido es “No recoges si no siembras”.
Aquí no sembramos, y cómo el hijo pródigo de la Biblia gastamos lo que no tenemos; nuestros antepasados sabían muy bien que si les embargaban el trigo para la cosecha no podrían ni sembrar ni recoger, Nada nuevo bajo el sol. Lo malo es que aquí no hay un padre que, como en el Evangelio tan discutido, organice una fiesta para recibir al derrochador, NO, no existe; ni existirá.
Entonces debemos ser nuestros propios padres conmiserativos, debemos asimilar que no podemos gastar más de lo que tenemos, que lo barato en China lo es por sus condiciones de trabajo, no podemos pedir más de lo que nuestro “input” puede aportar al “output”, y en lo demás: "orejas gachas”; no hemos sabido administrar nuerto patrimonio, al igual que el Hijo Pródigo”, y sólo nosotros seremos capaces de abordar el déficit si lo hacemos conjuntamente como ciudadanos de un mismo país.
Ángel 26/6/11